Tributo a David Lynch engalana primera retrospectiva de Fine Arts Classics
La muestra cinematográfica del renombrado director estará acompañada de una exhibición de arte inspirada en su singular filmografía, a realizarse del 3 de mayo al 1 de junio en Fine Arts de Miramar.
Literalmente al día siguiente de la muerte de David Lynch -el pasado 15 de enero- ya existía una versión del tráiler que ven arriba. No sabía cuándo, cómo, ni cuáles películas íbamos a poder traer, pero sabía que tarde o temprano estaríamos realizando un homenaje póstumo a este gran cineasta que tanto admiro, y editar este vídeo a horas de su fallecimiento me ayudó a sobrellevar el proceso de duelo honrando su memoria.
Tres meses después, me llena de mucha alegría poder anunciar que en Fine Arts Classics le estaremos dedicando los cinco fines de semana de mayo a celebrar la vida y carrera de este extraoridnario artista, no solo a través del cine, sino también de las artes plásticas, que fue una de sus grandes pasiones. Este evento no sería posible sin los esfuerzos de Marcial Feliciano y Yahaira Corales, quienes junto a otros empleados de Caribbean Cinemas, hemos estado realizando gestiones desde enero para poder proyectar las cinco películas que componen la muestra cinematográfica titulada Dulces sueños, David Lynch.
La retrospectiva arranca este próximo sábado y domingo, 3 y 4 de mayo, con el filme que lo inició todo: Eraserhead, la surreal ópera prima de Lynch, estrenada en 1977, y con la que estableció el estilo único que lo distinguirá a lo largo de su carrera. Acto seguido, el 10 y 11 de mayo, se estará proyectando The Elephant Man, largometraje de 1980 acerca del verdadero caso de John Merrick (1862-1890), el hombre inglés que se dio a conocer por las severas deformidades que tenía en su cuerpo. La película le valió a Lynch su primera nominación al Oscar y es recordada como una de sus obras más humanistas.
La celebración continúa el 17 y 18 de mayo con la presentación de Lost Highway, filme de 1997, protagonizado por Bill Pullman como un saxofonista que se ve acusado de asesinar a su esposa -interpretada por Patricia Arquette-, aunque como suele ser la norma con Lynch, esta sinopsis no le hace justicia a las estremecedoras imágenes que se plasman en pantalla. Sin embargo, quizá ningunas de ellas resultan más perturbadoras que las que se encuentran en Twin Peaks: Fire Walk With Me, la precuela de 1992 al magnum opus de Lynch, la serie de televisión Twin Peaks, que recuenta los últimos días de vida de quien quizá fue su personaje más conocido, la atormentada adolescente “Laura Palmer”, inmortalizada por Sheryl Lee. Esta se estará exhibiendo el 24 y 25 de mayo.
El tributo cierra con broche de oro el sábado 31 de mayo y domingo 1 de junio con la proyección de Blue Velvet, una de las cintas más celebradas del director, con la que sacudió a los espectadores en 1986 al hurgar en la pintoresca fachada de la sociedad estadounidense, hasta dar con los horrores que yacen justo debajo de la superficie. Protagonizada por Kyle MacLachlan, Isabella Rossellini, Laura Dern y Dennis Hopper, la película marcó la segunda nominación al Oscar de Lynch en la categoría de Mejor Director.
Las taquillas para todas las funciones ya están a la venta en Caribbeancinemas.com.
Homenaje a Lynch, el artista
Antes de convertirse en director, David Lynch fue un artista plástico, disciplina que practicó hasta sus últimos años entre nosotros. Para celebrar esta primordial faceta de su vida, Fine Arts Café, en Miramar, se estará transformando en una galería que reunirá las piezas de 12 artistas de Puerto Rico inspiradas en su filmografía.
La exhibición estará abierta al público general en el horario regular del cine, independientemente de que vayan a ver una película o no. La apertura de la exposición se llevará a cabo el sábado, 3 de mayo, a las 6:00 de la tarde.
Nacido en Missoula, Montana, David Keith Lynch pasó de ser una abstracción a una realidad el 20 de enero de 1946, hijo de una tutora y un científico. Desde niño detestó la escuela, pues consideraba que el rígido sistema educativo cuartaba su creatividad, una que logró comenzar a expresar libremente en su temprana adultez, primero como estudiante del Pennsylvania Academy of the Fine Arts, y luego como un alumno becado del prestigioso American Film Institute.
Su incursión en el mundo de las artes se dio a través de las artes plásticas -principalmente la pintura-, y el deseo de ver sus piezas en movimiento lo llevó a experimentar con la animación, medio que lo encaminó naturalmente hacia el cine. Conocido mayormente como un surrealista, a través de las décadas del 70, 80 y 90 este experto forjador de sueños y pesadillas se consagró como uno de los artistas más singulares que jamás se haya visto, no solo en el séptimo arte, sino también en la música y la televisión.
¡Como me encantaria estar en Puerto Rico para ir!