Universidad Criterion: An Actor's Revenge
Un actor busca vengar la muerte de sus padre en este clásico de Kon Ichikawa.
Durante los pasados siete años he reseñado películas lanzadas por el sello The Criterion Collection bajo el título Universidad Criterion, partiendo de mi pensar que los filmes que alberga esta prestigiosa colección -así como los invaluables suplementos que se incluyen tanto en sus Blu-rays como en la plataforma digital Filmstruck- sirven de fuente de estudio para todos aquellos que queramos continuar expandiendo nuestros horizontes cinematográficos.
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La columna, que había quedado en el limbo tras el paso del huracán María, renace hoy en este espacio dándole un vistazo a An Actor's Revenge, largometraje de 1963 del cineasta japonés Kon Ichikawa (The Burmese Harp, Tokyo Olympiad) que combina el clásico teatro kabuki con las historias de venganza que predominaban en el cine nipón para aquella época.
La cinta es un remake de la película de 1935 Yukinojo henge (Yukinojo the Phantom) acerca de un huérfano que a los siete años es entrenado en las artes marciales y en el arte histriónico para convertirse en un onnagata, un actor masculino que se especializa en la interpretación de roles femeninos. El renombrado actor Kazuo Hasegawa (Gate of Hell) encarna al protagonista “Yukinojo”, personaje que interpretó por primera vez en aquel filme de 1935. La trama se desarrolla en el Japón de 1830, con “Yukinojo” como el artista más celebrado del kabuki, mientras este pone en marcha un plan para vengarse de los tres hombres que propiciaron que su madre y su padre se suicidaran.
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Desde el arranque Ichikawa utiliza el formato widscreen para resaltar el ultra horizontal escenario kabuki, llenando la pantalla con la elaborada escenografía y aprovechando los espacios negativos para introducir el punto de vista del personaje principal. El director recurre a técnicas del cine mudo, como burbujas en forma de iris que presentan la perspectiva de “Yukinojo” y los blancos de su mortal plan, quienes se encuentran en el público pero son incapaces de reconocer al niño que dejaron huérfano debido al maquillaje femenino que usa.
El libreto de Natto Wada -esposa y fiel colaboradora de Ichikawa- recorre una multiplicidad de tonos a medida que avanza el argumento hacia su violento desenlace, desde la farsa hasta la típica acción del chanbara japonés, pero el melodrama rara vez desaparece del todo. El estilo histriónico japonés exalta las emociones, a veces rayando en lo que los espectadores occidentales pudiesen ver como novelero, pero resulta difícil apartar la mirada del trabajo de Hasegawa, quien aquí realizaba su trigésima actuación fílmica.
Visualmente, An Actor’s Revenge ese un absoluto deleite, una explosión de colores que fusiona las artes teatrales con las cinematográficas convergiendo en imágenes que lo mismo asombran que espantan. El Blu-ray recién lanzado por Criterion le hace justicia tanto a la dirección de Ichikawa como a la fantástica cinematografía de Setsuo Kobayashi gracias al scan en resolución 4K de la copia original en 35mm. Para los que estén suscritos a Filmstruck, la película actualmente forma parte del catálogo. Los suplementos incluyen una entrevista con Ichikawa de una hora de duración, y otra con el crítico de cine Tony Rayns.