“The Boys” redobla el morbo y la sátira en su segunda temporada
La serie de Amazon Prime regresa mañana con el estreno de sus primeros tres episodios.
The Boys continúa volando cabezas -literal y figurativamente- en su segunda temporada, deleitándose en la violencia y apuntando nuevamente su mirada láser hacia el género de los superhéroes y todo el andamiaje mediático e intereses corporativos que lo ha hecho tan popular en la pasada década.
Si usted no sabe nada de The Boys, esto es lo que necesita conocer. Para empezar, vea la primera temporada, estrenada en el 2019 en Amazon Prime para convertirse en una de las mayores sorpresas televisivas del año. Si bien es cierto que hay una abrumadora cantidad de superhéroes en todos los medios de entretenimiento, ningunos se asemejan a estos. Solo en los más húmedos sueños de Zack Snyder encontraríamos justicieros enmascarados tan “dark” y “edgy” como los que aparecen en este programa, basado en el cómico homónimo de Garth Ennis. La acción se desarrolla en un presente en el que estos hombres y mujeres con habilidades extraordinarias son una realidad, pero también un producto, mercadeados por una mega compañía -dueña de su imagen- como los salvadores del mundo mientras satisfacen sus más depravados deseos lejos de las cámaras.
Donde The Boys verdaderamente brilla es cuando se detiene para comentar acerca de la industria que maneja y se lucra de los superhéroes.
El primer episodio retoma la acción justo donde terminó la primera temporada, con “Homelander” -interpretado por Antony Starr, quien continúa saboreando el papel del retorcido supermán- descubriendo que es padre de un niño engendrado por la esposa de “Billy Butcher” (Karl Urban), a quién este había dado por muerta. El capítulo corre en su mayoría sin la presencia de Urban como el caricaturesco y tosco líder del grupo clandestino de humanos que busca revelar a los superhéroes como lo que verdaderamente son: una banda de psicópatas y pervertidos. Sin embargo, la ausencia de “Billy” ofrece el espacio necesario para reencontrarnos y expandir las historias de otros personajes, como la letal “Kimiko” (Karen Fukuhara), de cuyo pasado conocemos un poco más a través de su hermano, y “Stormfront” (Aya Cash), la nueva integrante de Los Siete -el Justice League de este universo-, que llega con su propia agenda para intentar usurpar el poder de “Homelander” sobre el equipo.
Mientras “Homelander” aprende a ser papá -a su muy siniestra manera- y “Starlight” (Erin Moriarty) trata de sacar a la luz la verdad en torno al suero azul que otorga poderes a los humanos, la segunda temporada arranca compartimentando a los personajes en sus propias narrativas: “The Deep” busca rehabilitarse a través de la religión, “Queen Maeve” reconecta con un viejo amor y “Hughie” continúa milagrosamente sobreviviendo dentro de los “Boys” pese a su mediocridad. Al mismo tiempo, se introducen nuevos personajes, como “Stan Edgar” -encarnado por el gran Giancarlo Esposito-, el CEO de Vought International, la empresa detrás de Los Siete, que se ve sacudida por un escándalo. De todas las nuevas caras, la de este aclamado actor es la que guarda mayor promesa, considerando de lo que ha sido capaz en otras series como Breaking Bad y Better Call Saul, y en un papel que logra distinguirse inmediatamente de “Gus Fring”.
La trama de The Boys es bastante convencional, llamando la atención principalmente a través de la violencia y el humor negro, pero donde verdaderamente brilla es cuando redirige la mirada hacia la industria misma y cómo esta funciona. Escenas como la presentación de una propuesta cinematográfica -realizada por un actor con aires de J.J. Abrams- que llevaría a Los Siete a la gran pantalla, y las audiciones para nuevos integrantes dirigidas por una publicista (la comiquísima Colby Minifie), que solo ve la raza y el género como oportunidades para apelar a los jóvenes (“a los millennials les encanta la representación”), subrayan la inclusión simbólica de la que sufren la mayoría de estas series y películas.
Para sorpresa de muchos -incluyendo este servidor-, The Boys estará saliendo semanalmente este año, contrario al modelo del año pasado, en el que emitió todos los capítulos simultáneamente. Amazon solo me adelantó los primeros tres episodios, que son los mismos que usted podrá ver a partir de este viernes, con uno nuevo estrenando cada viernes hasta el 9 de octubre. Así que desconozco si el resto de la temporada mantendrá el mismo ritmo y capacidad de cautivar al espectador. Pero lo que he visto hasta ahora apunta a que todos los que disfrutamos de la primera temporada saldremos satisfechos de esta. No sé cuánta gasolina le quede a su singular premisa. Al momento, diría que tiene suficiente para estos ocho episodios, pero más allá de eso se arriesga a convertirse en otro de esos productos de los que tanto se mofa.