Soberbia actuación de Glenn Close en “The Wife”
La veterana actriz da cátedra de su talento en este modesto drama matrimonial.
Para degustar de una magistral exhibición del arte histriónico, vaya a ver The Wife. En ella, la sensacional Glenn Close nos regala otra de sus singulares y poderosas actuaciones que acostumbran llevarla hasta la ceremonia de los Oscar, de donde siempre se ha marchado con las manos vacías. ¿Será este su año? Muy bien podría serlo. No solo porque “ya es hora”, sino porque este es un trabajo digno de ese reconocimiento.
Close encarna “Joan Castleman”, la esposa y mujer detrás -literal y figurativamente- de “Joe Castleman” (Jonathan Pryce), un prominente autor estadounidense que al principio del filme recibe una llamada informándole que ha sido escogido para recibir el Premio Nobel de Literatura. Basta con observar la reacción de “Joan” durante esta conversación telefónica para prever hacia dónde se dirige el resto del argumento. El director Björn Runge mantiene el tiro fijo en el rostro de Close, y sobre él se proyectan décadas de secretos, traiciones y resentimientos. La película está repleta de estas tomas enfocadas en el semblante de la veterana actriz, quien da cátedra de cómo suprimir un caudal de sentimientos hasta que la olla de presión no aguanta más.
El viaje a Suecia para la ceremonia del Nobel pone a prueba la fachada de este matrimonio perfecto, compuesto por el hombre brillante y su devota mujer. A las presiones internas se le suman las frustraciones del hijo mayor de la pareja (Max Irons) -quien, como escritor, no halla cariño ni apoyo de parte de su eminente padre- y el constante acecho de un biógrafo, interpretado cabalmente por Christian Slater, que se huele que “Joe Castleman” no es el genio literario que todos creen que es.
Todos estos hilos narrativos se suman para producir un modesto drama que se maximiza a través del excelente trabajo del elenco. El libreto a cargo de Jane Anderson -la pluma detrás de la adaptación de Olive Kitteridge para HBO- le ofrece a Close una abundancia de municiones que dispara con la precisión de un francotirador, certeras y mortales, cuando la trama alcanza su punto de ebullición. El impresionante dominio de la máscara manifestado por la protagonista de Dangerous Liaisons la mantiene en un constante tirijala entre la rabia y la pleitesía, con una cara para el público y otra que solo revela en la intimidad junto a su esposo. Pryce no se queda atrás en su rol como contraparte a esta monumental mujer, interpretando a un perfecto imbécil, de esos que ocultan su excesiva ineptitud detrás de la verborrea grandilocuente. Pero Close es la estrella, y siempre da gusto verla brillar.
The Wife se exhibe en las salas de Fine Arts Café.