“Psiquis”: coño, despierta boricua
El documental del cineasta y activista Tito Román Rivera examina el impacto psicológico del colonialismo en los puertorriqueños.
“Mi cine tiene postura, mi cine no pretende ser objetivo, no existe tal cosa”, expresa a través de la pantalla de la computadora Tito Román Rivera, con la claridad de alguien plenamente consciente de las críticas que podría recibir su más reciente documental -titulado Psiquis: un giro decolonial- a semanas de los próximos comicios en la isla, cuando el furor político anda a flor de piel. El director y activista asegura que no pretende convencer a los que no comparten su ideal de un Puerto Rico independiente; su meta es provocar una conversación, apostando al poder del cine para llevar su mensaje.
“Nosotros abiertamente tenemos una postura y le brindamos la oportunidad a personas que tienen distintas posturas a expresar sus ideas a través de nuestro documental. La intención no es cambiar de un día para otro la manera de pensar de una persona, pero por lo menos abrir conversaciones, abrir interés, abrir curiosidad, y ya en ese proceso, cuando se abren las conversaciones, las personas toman acción”, manifestó el cineasta de 43 años, en una breve charla con este servidor realizada a través de Zoom el pasado viernes, un día después del estreno de Psiquis en múltiples salas alrededor de la isla.
En su filme, Román Rivera examina el impacto psicológico que siglos de colonialismo han tenido en el desarrollo, tanto de Puerto Rico, como de sus habitantes, analizando los traumas creados por este limbo político e identificando lo que él describe como “herramientas de sanación para provocar una transformación colectiva”. Psiquis es producto de años de introspección de su parte, partiendo de las preocupaciones generadas tras las presentaciones de su primer documental, El Antillano (2014), sobre el prócer Ramón Emeterio Betances, y el desconocimiento que percibió entre los boricuas con respecto a su historia.
“No es que nosotros no tengamos la capacidad, es que hay un diseño intencional, que responde al régimen colonial, que no le interesa que los puertorriqueños conozcan su propia historia. Ahí es que yo identifico una necesidad de entender que nuestro pueblo ha sido sometido a un diseño de mentalidad colonial y que ha habido un impacto psicológico de esa experiencia colonial que es, por su naturaleza, una experiencia violenta. El colonialismo es sumamente violento, y tiene muchas manifestaciones de violencia, y una de ellas es que te nieguen conocer tu propia historia. Eso genera unas problemáticas de identidad que también tienen que ver con tu autoestima, y si eres un ser humano sin autoestima, no vas a tener dirección. Vas a estar tropezándote por la vida, y así andamos como pueblo: tropezándonos con la vida”, aseveró el documentalista.
A través de una serie de entrevistas, Román Rivera logra reunir en pantalla a varias personas con distintos ideales políticos, que van desde los anexionistas locales, hasta el pequeño grupo de puertorriqueños que aún anhela la reunificación del país con España. Para el director, estos dos grupos es donde el impacto psicológico del colonialismo es más dramático. Curiosamente, el documental no da espacio a ningún portavoz del Partido Popular Democrático, principales defensores del estatus colonial de la isla, por considerarla una corriente “muerta”.
“En el inicio nosotros teníamos el interés de cubrir esa corriente política en Puerto Rico, que es una de las más importantes a nivel histórico, pero yo tomé la decisión de no darle más foro porque entiendo que ya está muerta. No tiene más vida. Cuando se aprobó la Junta de Control Fiscal, esa fue la muerte de la idea de que existía un pacto entre Puerto Rico y Estados Unidos. Ese fue el final del ELA (Estado Libre Asociado) y lo estamos viendo en la debacle del Partido Popular Democrático. Como proyecto político, eso ya no tiene futuro”, aseguró el cineasta, quien está convencido de que Puerto Rico está encaminado a un cambio político inexorable.
“Ahora, en el momento que nos encontramos, ante una elección histórica, yo creo que vamos a dar una sorpresa al mundo, a la diáspora y a nosotros mismos, de que en efecto ya no confiamos en los partidos que se han turnado el poder por más de 60 años. Los tiempos están cambiando y eso no sale de la nada, esos son procesos que toman tiempo y nuestro documental viene a aportar a esa conversación de que un cambio es posible, porque es la naturaleza de los pueblos seguir evolucionando y creciendo”, apuntó Román Rivera, aludiendo a la lucha contra la Marina en Vieques y la renuncia del gobernador Ricardo Roselló en el verano del 2019, como dos de los mayores indicadores de ese despertar boricua.
En cuanto a la posibilidad de que parte del público despache a Psiquis como “propaganda separatista”, Román Rivera considera que las personas que piensen así “se están cerrando la posibilidad de enriquecer sus conocimientos”.
“Yo creo que cuando decimos y alardeamos de que vivimos en una sociedad ‘democrática’, una cosa que yo no pienso, pero si creen en la democracia y creen en la libertad, deberían con sus acciones inmiscuirse y tratar de conversar con personas que piensen diferente a ellos, porque ahí es que se enriquece la democracia, cuando yo estoy dispuesto a hablar y escuchar con quien piense diferente a mí. No hay nada más saludable. Ahí es que tú creces verdaderamente, ya sea porque la otra persona te obligó a examinar tus posturas, o porque te llevaron a fortalecer tus pensamientos con la búsqueda, la investigación, la lectura, porque en algo estás fallando. Como quiera que lo veas, para mí eso es una experiencia positiva. Pienso que en la medida que esas personas continúen ignorando lo que nosotros estamos diciendo, se van a quedar atrás, porque lo que está demostrando este momento histórico es que esto se está volviendo una tendencia”, señaló.
Al presente, Román Rivera no está seguro si esa tendencia será lo suficientemente fuerte como para propiciar un resultado histórico en las próximas elecciones, mas esto no le preocupa, pues según él, “el cambio es indetenible”.
“No importa si el cambio no se da como esperamos en noviembre; el cambio ya está en marcha. El hecho de que el PIP (Partido Independentista Puertorriqueño) y el Movimiento Victoria Ciudadana hayan sacado los porcentajes que sacaron en el 2020, ya eso representa cambio. El hecho de que veamos una candidatura tan fuerte para Juan Dalmau en estas elecciones, ya esto es cambio. El hecho de que el Partido Popular Democrático no tenga posibilidad de ganar, ya eso es parte del cambio. El cambio ya está, no importa lo que pase en noviembre, el cambio es indetenible. Las nuevas generaciones están emplazadas a cambiarlo y las generaciones mayores están emplazadas a escuchar lo que los jóvenes están pidiendo por el futuro de Puerto Rico, porque al final, los que van a bregar con el tostón, son los que vienen por allá atrás. Ya veremos qué pasa en noviembre y qué pasa después de noviembre, porque esto no termina ahí”, puntualizó.