“Palm Springs” y “First Cow” lideran el mejor día de estrenos de la pandemia
Las principales plataformas digitales tienen como primicias cuatro largometrajes que incluyen actuaciones protagónicas de Tom Hanks y Charlize Theron.
Mientras las salas de cine continúan a la espera de que regresen los estrenos -y la exponencial alza en contagios del Covid-19 en Estados Unidos apunta a que estos tampoco llegarán en agosto-, las aplicaciones de streaming están dictando el entretenimiento en la temporada veraniega, manteniéndose como la única alternativa de los estudios para seguir sacando películas que no necesariamente requerían de un retorno mayor de la inversión. De los cuatro largometrajes que llegan hoy a las diversas plataformas digitales, uno de ellos comenzó como una producción de estudio antes de ser vendido a Apple, lo cual muy bien podría convertirse en una práctica recurrente a medida que Hollywood siga posponiendo su calendario, aunque es muy poco probable que este sea el destino de blockbusters como Tenet y Mulan, cuyos inflados presupuestos demandan salas llenas a capacidad y semanas de exhibición para poder ver ganancias. Así que no espere verlos hasta que este escenario pueda darse, por más que el ego Christopher Nolan insista en que su obra sea la salvadora de los teatros antes de que culmine el verano, postura que resulta tan encomiable como enajenada de la realidad.
Sin embargo, para nosotros los espectadores, el día de hoy figura como el mejor fin de semana de estrenos desde que inició la pandemia. De hecho, considerando lo que se exhibió entre enero y principios de marzo, el 10 de julio de 2020 fácilmente sobresale como el mejor día de estrenos del año hasta ahora, uno en el que usted podrá ver en su televisor -en primicia- desde largometrajes con caras tan famosas como las de Tom Hanks y Charlize Theron, hasta dos filmes independientes -uno de ellos el gran ganador del Festival de Sundance- que podrían ocupar sendas posiciones en cualquier Top 10, incluso, en un año normal.
El director Harold Ramis probablemente jamás se imaginó cuántas veces veríamos su concepto de Groundhog Day repetido en pantalla, aunque -considerando su premisa- resulta más que apropiado. Desde que el reportero “Phil Connors”, interpretado por Bill Murray, se quedó atrapado reviviendo el mismo día en ese querido filme de 1993, hemos visto a Groundhog Day como película de acción (Edge of Tomorrow), comedia de terror (Happy Death Day) y hasta como serie de Netflix (Russian Doll), entre otras iteraciones. Sin embargo, aunque los diferentes géneros le han dado suficiente novedad a la fórmula, la base se ha mantenido igual: el protagonista despierta, vive el mismo día ad infinitum y, tan pronto se duerme, vuelve a despertar el mismo día y a la misma hora. Palm Springs -disponible en Hulu- es la primera en agregarle un pequeño -pero significativo- ingrediente: ¿qué tal si en lugar de una persona atrapada en un bucle de tiempo, son dos?
A simple vista, parecerá una variación mínima, pero piénselo. “Phil Connors” hizo y deshizo a gusto y gana durante todo el tiempo que estuvo atrapado en Punxsutawney. Algunas personas -con muchísimo tiempo libre- han calculado que pasó unos 33 años en ese ciclo, pero nadie estuvo con él para juzgarlo, por lo que no había nadie que lo responsabilizara por las acciones no tan nobles que cometió. Lo mismo no ocurre en Palm Springs, ópera prima del director Max Babakov y el guionista Andy Siara, que ganó el premio del jurado en la pasada edición de Sundance. Andy Samberg y Cristin Milloti interpretan a dos invitados de una boda que -por razones que no mencionaré para que usted las descubra- quedan atrapados, reviviendo el mismo día de la ceremonia y recepción. Más allá de las situaciones cómicas que las extrañas circunstancias propician (Samberg y Milloti están geniales juntos), el ingenioso libreto adquiere mayor profundidad a medida que se desarrolla la relación entre ambos, combinando los convencionalismos del típico rom-com con preguntas de carácter existencialista que exploran el nihilismo inherente de vivir para siempre.
Curiosamente, Palm Springs no es el único estreno de hoy que contempla la inmortalidad. The Old Guardaborda varios de los mismos cuestionamientos al género de la fantasía y la acción, centrándose en un equipo de mercenarios que han vivido durante cientos o, incluso, miles de años en la Tierra y -como es de esperarse- están bastante pesimistas en torno al futuro de la humanidad. Charlize Theron lidera a este equipo de inmortales que son perseguidos por el joven dueño de una compañía de tecnología (Mark Zuckerberg definitivamente es EL villano de esta generación) que quiere capturarlos para extraer aquello que les impide morir y así curar a millones de personas de todo tipo de padecimiento mientras él, por supuesto, multiplica sus inmorales riquezas.
Basada en el cómic homónimo de Greg Rucka y Leandro Fernández, quienes se encargaron de escribir el guión, The Old Guard es una entretenidísima propuesta de acción que demuestra la versatilidad de la directora Gina Prince-Bythewood (Love & Basketball, Beyond the Lights) para desempeñarse en cualquier género. La trama no es nada novel -una combinación entre Highlander y los X-Men si todos los personajes fueran “Wolverine”-, pero lo que la eleva son los breves momentos más sosegados en los que los personajes se sinceran entre sí, expresándose taciturnamente acerca del peso de vivir tanto tiempo. El “world building” deja muchas preguntas en el aire, pero provee suficiente curiosidad como para desear que Netflix produzca una secuela, preferiblemente con el regreso de todos los involucrados.
En el extremo opuesto del espectro, tenemos el retorno de la directora Kelly Reichardt a la frontera estadounidense del siglo 19 en la poética First Cow (disponible para alquiler en VOD), un maravilloso drama rico en calor humano acerca de la naturaleza explotadora y salvaje del capitalismo. El libreto de Richardt -coescrito junto a Jonathan Raymond- puede ser visto como un pariente lejano de McCabe & Mrs. Miller, el clásico de Robert Altman que también exploró el mismo tema de manera similar. En el filme de Reichardt, la trama gira alrededor de dos hombres -un cocinero y un inmigrante chino- que intentan montar un negocio, pero dependen de la leche que solo pueden ordeñar de la única vaca en el pueblo, propiedad de un magnate.
Las actuaciones protagónicas de John Magaro y Orion Lee -como el cocinero y el inmigrante, respectivamente- despuntan entre las mejores que se han visto este año, llenas de gentileza y trabajadas delicadamente, dando vida a una íntima amistad que forma el corazón del largometraje. El personaje de Magaro es el artista detrás de los deliciosos bizcochitos fritos que deleitan a los habitantes de este pequeño poblado, mientras que el de Lee es el cerebro del negocio. Reichardt siempre ha poseído un don incomparable para extraer drama y humor de historias mundanas, y aquí lo demuestra una vez más con uno de los mejores trabajos de su carrera, espléndidamente filmado y con un argumento que resulta tan pertinente ahora como en la época que se desarrolla, sino más.
Por último, tenemos Greyhound, el susodicho estreno de Apple TV+ que comenzó como una producción de Sony Pictures antes de que el gigante de la manzanita lo comprara en mayo pasado por unos $70 millones. Dirigido por Aaron Schneider, el drama bélico -inspirado en la verdadera historia del buque encargado de escoltar y defender los barcos de los Aliados durante la Segunda Guerra Mundial- ciertamente se habría beneficiado de una proyección en la pantalla grande. Su mayor fortaleza es la efectiva ejecución de las secuencias de acción, nítidamente filmadas y con un excelente sentido de geografía que permite seguir las maniobras navales claramente.
Fuera de eso, el llano libreto de Tom Hanks -quien también protagoniza como el capitán “Krause”- se mantiene en la superficie, y no solo porque se limita a mostrar la acción sobre el nivel del mar mientras estos barcos tratan de detener los constante ataques de los submarinos alemanes. El guión no le da la más mínima dimensión a ninguno de los personajes, incluyendo el de Hanks, por lo que no se traza un vínculo emocional entre ellos y el público. Incluso así, Hanks consigue darle algo de gravedad a su papel meramente a través de su tremenda presencia escénica, lo que contribuye a que las secuencias de combate gocen de tremendos niveles de tensión.
La verdad es que nadie sabe cuándo el calendario cinematográfico regresará a la normalidad, y un fin de semana como este, con cuatro buenos estrenos (cinco, si cuentan Relic, el cual no he visto pero ha recibido muy buenas críticas), no han sido la norma durante la pandemia, sino la excepción. Así que aproveche y disfrute de ellos mientras continuamos aguardando por la fecha en la que podamos regresar a los cines de forma segura.