"Mucho Mucho Amor" en el documental de Walter Mercado
En estos tiempos de desasosiego, el inquebrantable espíritu de esta querida figura puertorriqueña llega como un bálsamo a través de Netflix.
No tenías que creer en la astrología para creer en Walter Mercado. Bastaba con que lo escucharas y confiaras en él. Géminis, Aries, Leo, Tauro, Virgo, Piscis… no importa. El horóscopo de cada uno era intercambiable. Siempre eran buenas noticias y nobles consejos universales, aunque los números de la suerte nunca ayudasen a nadie a pegarse en la Loto. Independientemente del signo zodiacal o la ubicación de Marte y Saturno en el firmamento, por casi 50 años, este artista puertorriqueño fue un constante manantial de buenas vibras, ¿y quién no necesita un poquito de ellas en estos precisos momentos?
La bienvenida dosis de “paz y amor” llega mañana vía Netflix en el entrañable documental Mucho Mucho Amor, de los directores Cristina Constantini y Kareem Tabsch. Estrenado en enero pasado en el Festival de Sundance -dos meses después del fallecimiento de Mercado en noviembre de 2019- el filme es un cándido y cariñoso vistazo a la vida de esta querida figura puertorriqueña, que abarca desde su faceta como actor y bailarín durante su juventud, hasta su exitosa trayectoria en la televisión, donde se convirtió en un fenómeno internacional, y los problemas legales que, por un tiempo, lo forzaron a cambiarse su nombre a “Shanti Ananda”. A través de una serie de entrevistas a sus allegados profesionales, fanáticos -que van desde los anónimos hasta los famosos, como Lin-Manuel Miranda-, familiares, su fiel asistente, Willie, y al propio Walter, el documental examina y contextualiza la creación de este personaje, ataviado de una aparente infinidad de extravagantes capas, que, en su pico, cautivaba a 120 millones de personas alrededor del mundo diariamente.
Provistos de lo que parecería ser acceso total al protagonista de su investigación, Constantini y Tabsch nos abren las puertas a la casa de Mercado en Cupey, Puerto Rico. En ella encontramos una estructura mitad museo, mitad hogar, sin mayores vanidades ni opulencias, adornada por recuerdos, logros, retratos, una amplia colección de libros, representaciones de diversas religiones y -por supuesto- muchas, muchas capas. Con excepción de estas, nada fuera de lo común en una típica casa puertorriqueña. Observamos a Walter a sus 87 años, desayunando, viendo televisión, sufriendo los quebrantos de salud tras una caída que lo obliga a pasar más tiempo acostado y a depender de una silla de ruedas. Ningún tema es tabú ni hay pregunta que Mercado no responda. Claro, a su manera. Desde su sexualidad hasta su experiencia con la cirugía plástica, el carismático astrólogo se presenta como un libro abierto, exento de ínfulas y pretensiones.
Se suele decir que todos estos artistas famosos tienen dos caras, las que muestran ante su público y la que miran todas las mañanas en el espejo, pero Walter -y el documental así lo manifiesta- da a entender que no existe tal diferencia. Ciertamente la debe haber habido. Nadie puede estar “On” todo el tiempo, pero cuando las cámaras se encienden, no existe tal cosa como un “off switch”. Él las ama y estas claramente lo aman a él. Basta con verlo coquetear con el lente del fotógrafo durante una sesión de fotos para saber cómo fue que se ganó el corazón de tantos televidentes dentro y fuera de la isla.
Irradiando optimismo, buen humor y tiernas emociones, Mucho Mucho Amor es el perfecto tributo a esa persona que tu abuela jamás se perdía en la televisión, creyera o no en el zodiaco. Walter Mercado triunfó cuando ser abiertamente queer no era aceptado, mucho menos en los medios. A través de sus predicciones, le enseñó a toda una generación a prestar atención a lo que se dice y no a cómo se ve. Cada semana, les recordaba que estaba OK ser diferente. Su inquebrantable espíritu y sonrisa perenne es el mejor antídoto al cinismo que impera actualmente.