"The Man Who Invented Christmas" captura la magia de Dickens
Dan Stevens protagoniza el equivalente a "Dickens in Love".
Las películas navideñas suelen venir en dos sabores: las que se convierten en clásicos instantáneos de la temporada y aquellas que son inmediatamente olvidadas. En el primer grupo están Elf, Home Alone, It’s a Wonderful Life, Scrooge y –por supuesto– Die Hard, mientras que en el segundo hay muchísimas, pero ¿quién las recuerda? Creo que hubo una protagonizada por Ben Affleck.
El tiempo dirá dónde caerá The Man Who Invented Christmas. A su favor tiene una historia familiar, y en su contra tiene –también– una historia familiar, quizás la más familiar de todas: A Christmas Carol, que ha sido adaptada en múltiples ocasiones a la pantalla grande. La novedad aquí es que la misma se presenta desde la perspectiva del autor, Charles Dickens, durante el proceso creativo que dio vida al tacaño “Ebenezer Scrooge” en el clásico literario. El tratamiento es algo similar a Shakespeare in Love, solo que reemplazando al dramaturgo inglés por Dickens, persiguiendo la musa hasta dar con los personajes que habitarían su novela corta, publicada en 1843.
Dan Stevens (Downton Abbey, The Guest) hace del ilustre escritor británico con el encanto natural que lo ha caracterizado como actor, capaz de enamorar en una escena y estremecer en la próxima. Tras el éxito de Oliver Twist, Dickens atraviesa uno de los momentos más bajos de su carrera, produciendo tres obras corridas que no cautivan a la crítica ni al público. Desesperado por conseguir un éxito, el autor toma un nuevo préstamo y se encierra en su estudio a escribir una historia de Navidad en tiempos cuando la celebración no era más que otro día feriado, y no el fenómeno global que es hoy.
El director Bharat Nalluri cuenta con vasta experiencia trabajando en la televisión británica, por lo que no debe sorprender que el filme tenga una estética similar a una modesta producción de la BBC, sin muchos bombos ni platillos que logren elevarla visualmente más allá de lo necesario. Lo que sí tiene es lo que se puede esperar de una pieza inglesa: una buena muestra de las artes histriónicas, comenzando con Stevens y extendiéndose a Jonathan Pryce –como el padre de Dickens–, y Christopher Plummer, como la materialización de “Scrooge” que atormenta al autor y lo insta a crear.
Las esperadas libertades creativas que se toma el libreto de Susan Coyle –basado en el libro homónimo de Les Standiford– hacen del argumento uno llevadero y ligero, con los personajes entrando y saliendo de la mente de Dickens a medida que va redactando las páginas de lo que se convertiría en A Christmas Carol. La trama de ese libro sirve de reflejo al arco personal que se traza para Dickens en este largometraje, en el que se descompone al autor en compartimientos que encajan demasiado bien con su canon literario. Es un tratamiento simplón, pero entretenido.
Por lo demás, no es exactamente un clásico instantáneo, pero sí una conocida historia muy bien contada dirigida al disfrute de todos los miembros de la familia. De entrar en la rotación anual televisiva de las películas navideñas, quizá llegue para quedarse.
The Man Who Invented Christmas estrena hoy en Fine Arts Café.