FCE18: Indestructible e irresistible fusión de salsa y flamenco
El Festival de Cine Europeo arrancó anoche con un documental en el que convergen dos vertientes musicales.
Las bulerías y la clave de la salsa se unen en el emotivo documental Indestructible, el alma de la salsa, ópera prima del director español David Pareja, que anoche abrió la novena edición del Festival de Cine Europeo (FCE) en las salas de Fine Arts de Miramar tras una amena velada en la que, lo único que faltó, fue una pista de baile.
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Nominado a ocho premios Goya, el filme es un deleitable recorrido musical por la historia de la salsa, desde el guaguancó y el son montuno cubano hasta su actual auge en Cali, Colombia, haciendo una extensa y obligatoria parada en Puerto Rico y, por supuesto, en la trayectoria de la legendaria Fania All-Stars. La película parte del inquebrantable deseo del cantante de flamenco Diego el Cigala de rendirle tributo, no solo al contagioso ritmo de los metales y los tambores, sino a su esposa, Amparo Fernández, quien falleció de cáncer en el 2015 y lo impulsó a grabar un disco en el que convergieran ambas vertientes musicales.
El resultado de este proyecto fue el disco Indestructible, lanzado en el 2016, y cuya grabación se recoge en el documental de Pareja a través de un constante desfile de luminarias de la salsa que incluyen a Roberto Roena, Luis “Perico” Ortiz, Ismael Rivera, Larry Harlow, Oscar de León y Los Muñequitos de Matanzas, entre otros. Además de poner al público a moverse en sus butacas, los maestros musicales aprovechan para rememorar acerca de sus años de gloria, compartir anécdotas y transmitir lo que la salsa significa para todos ellos.
Los valiosos testimonios de primera mano se confunden con el material de archivo -tanto en vídeo como fotográfico- en un admirable intento por resumir en 79 minutos la inmensidad del género, desde sus orígenes (que aún continúan siendo un punto de contención) hasta su incierto futuro, en vista de la falta de nuevos exponentes. La trayectoria de Pareja como periodista y profesor de música en la Universidad de Sevilla es evidente en este en su primer trabajo como director, denotando un minucioso cuidado tanto en la calidad audiovisual como en su excelente documentación histórica.
Por su parte, Diego de la Cigala prueba ser un acertado protagonista. Como una encomienda sumamente personal, el documental se esmera por expresar lo que esta representa para él y la memoria de su esposa, pero también da gusto verlo como un fanático más de la salsa, anonadado cuando se encuentra con alguno de sus ídolos o se ve rodeado por ellos dentro de un estudio de grabación. El mayor reto para los espectadores que asistan a verlo al FCE será mantenerse sentados dentro de la sala durante los estupendos números musicales.