Suculento juego de tronos en “The Favourite”
Rachel Weisz, Olivia Colman y Emma Stone encabezan uno de los elencos más formidables del 2018.
Imagine All About Eve con los vestuarios y el ácido rencor de Dangerous Liaisons y tendrá una idea de qué es lo que puede esperar de la letal comedia The Favourite. No se deje engañar por los trajes de época ni las extravagante pelucas. Aquí los buenos modales y demás pleitesías de la llamada nobleza son tan punzantes como una puñalada por la espalda. En este aparente drama de la realeza británica, todos los participantes de este juego de tronos tienen los colmillos bien afilados, y cuando tiran a morder, apuntan hacia la yugular. ¿Quién dijo que las películas de época no podían ser tan graciosas y divertidas?
Independientemente de lo que digan los gremios y las instituciones en sus respectivas premiaciones a través de las categorías de actuación, este es un filme con tres actrices principales. Llamar a cualquiera de ellas “secundaria” o “de reparto” es restarle prominencia a sus respectivos trabajos, que están entre los mejores del año. Olivia Colman se ha llevado la mayoría de la atención como la reina Anne de Gran Bretaña. Basta con escucharla gritar improperios por primera vez para saber por qué. Visualmente recordará a Barry Lyndon, pero el lenguaje del sagaz libreto -a cargo de Deborah Davis y Tony McNamara- parece escrito por el personaje de “Malcolm Tucker” de la serie de Armando Iannucci, The Thick of It.
Colman comparte la pantalla con Emma Stone y Rachel Weisz, quienes interpretan a dos mujeres que compiten por ser la favorita de la reina. Weisz es “Lady Sarah”, la dama de compañía que secretamente gobierna a Inglaterra desde atrás del trono, susurrándole a “Anne” sus planes para lidiar con la guerra que sostienen contra Francia mientras la satisface sexual y emocionalmente todas las noches. Al ruedo entra “Abigail” (Stone), la prima lejana de “Sarah” que llega al palacio y consigue captar la atención de la reina tras subsanar los insufribles dolores que padece en sus piernas provocados por la gota. “Sarah” percibe de inmediato la amenaza que esta representa, y verlas sacarse los ojos para mantener su posición en la corte es uno de los mayores gozos que ofrece el filme.
Si pudiera decirse que The Favourite es el filme más accesible del cineasta griego Yorgos Lanthimos (Dogtooth, The Lobster), se debe principalmente a que es el primero en su filmografía que no es de su autoría. El libreto mantiene el oscuro sentido del humor que ha sido una de las constantes de su célebre carrera, mas no hay rastro del sadismo que se manifiesta en sus guiones, que a mayor o menor grado, siempre denotan un cierto placer en ver a sus personajes sufrir. Aquí, la perspectiva femenina provista por Davis prueba ser esencial para desarrollar el duelo a muerte que se suscita entre “Sarah” y “Abigail”, no solo en cómo se plasman las escenas más íntimas entre ellas y las reina, sino en las luchas de poder que enfrentan al mismo tiempo con los hombres que las rodean. Hay rabia y frustración, pero también genuinos momentos de amor y desamor dentro de la retahíla de traiciones
Lanthimos impone su estilo principalmente mediante el uso de grandes angulares que, en manos del cinematógrafo Robbie Ryan, hacen ver el palacio más grande y amplio de lo normal. La fotografía es excelente, aunque a veces se excede y peca de ser demasiado estilizada, como cuando Lanthimos recurre a un “fisheye” que deforma la imagen sin ningún aparente propósito, como tratando de reclamar su autoría visual. Los estupendos vestuarios de la veterana Sandy Powell, así como el espléndido diseño de producción de Fiona Crombie, también merecen mención aparte.
Sin embargo, tras ver The Favourite, la mayoría de los espectadores estarán hablando principalmente del elenco. Las mujeres son el foco de atención, pero también cabe aplaudir el trabajo de Nicholas Hoult como un inescrupuloso político sediento de poder (¿existe algún otro tipo?). Ya que se trata de una historia de favoritismos, no está fuera de lugar que yo comparta el mío. Colman podrá estar encaminada a recibir varios premios, pero para este servidor, la película la carga Weisz, que lo mismo nos congela el corazón que nos lo rompe en cantitos con las más mínimas sutilezas. Es el papel más complejo de los tres, la mujer en el medio del meollo y la que más tiene que perder. Weisz lo interpreta como la actoraza que es, sin que le tiemble el pulso ni se le desfigure el semblante. Ella es “Margo Channing” y la “Marquesa de Merteuil” envueltas en una, y ¡ay! de aquel o aquella que se meta en su camino.