La fe a ciegas en “Beyond the Hills”
Un recóndito monasterio sirve de escenario a un intenso enfrentamiento entre la razón y la religión.
Al igual que en su laureada ópera prima 4 Months, 3 weeks and 2 days, el segundo largometraje del cineasta rumano Christian Mungiu, Beyond the Hills, gira en torno a una relación entre dos mujeres y cómo las realidades sociopolíticas de Rumania se reflejan en ellas. En el caso de 4 Months, fue el brutal régimen comunista de Nicolae Ceaușescu el que forzó a la protagonista a someterse a un arriesgado aborto en el bajo mundo para evitar la pena capital. Beyond the Hills transcurre en la era moderna del país europeo tras la llegada de la democracia y el alza de la Iglesia Ortodoxa Rumana- que también se vio perseguida durante el comunismo-, pero igual las féminas en el centro de este intenso drama están a la merced del patriarcado y leyes draconianas, no las de ningún gobierno ni dictador, sino las de Dios.
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El filme, sin embargo, no es una condena a la religión. El acercamiento cinematográfico de Mungiu a este material -inspirado en un hecho noticioso- es semi-documental, filmado con la cámara en mano y sin voluntad de emitir juicio sobre los acontecimientos que inician con el reencuentro de dos amigas que, posteriormente descubrimos, también son examantes. Christina Flutur y Cosmina Stratan -quienes compartieron el premio a la mejor actriz cuando el filme estrenó en Cannes en el 2012-, interpretan respectivamente a “Alina” y “Voichita”. Ambas se conocieron en un orfanato, donde experimentaron sus primeros abusos, y de adolescentes se separaron: “Alina” se fue a trabajar a Alemania y “Voichita” se convirtió a la religión, estableciéndose en un humilde y recóndito monasterio habitado por una docena de monjas y un sacerdote (Valeriu Andriuta).
“Alina” retorna a Rumania con la intención de que “Voichita” regrese con ella y juntas se vayan a trabajar a un crucero, pero “Voichita” esta “casada con Dios”, por lo que no accede a la petición que viene acompañada de flirteos carnales que pretenden reencender la relación. Sin tener a dónde ir ni dónde quedarse, “Voichita” le pide permiso al sacerdote para que “Alina” pase algunos días en el monasterio, y entonces comienzan los problemas. “Alina” se torna errática y violenta, amenaza con suicidarse, es enviada al hospital donde no pueden ayudarla, y de vuelta en el monasterio la conclusión a la que los religiosos llegan es la más predecible de acuerdo con su visión de mundo: está poseída.
Mungiu recurre a las tomas largas que hacen del espectador un testigo activo de los hechos mientras estos se van haciendo cada vez más angustiosos. Aunque los planos secuencias hacen la puesta en escena bastante dinámica, la falta de cortes y la particularidad de que la historia se desarrolle principalmente en el monasterio, le dan una cualidad teatral al largometraje, capturando el realismo de las actuaciones en su forma más cruda. Ambas protagonistas están excelentes en sus respectivos roles, pero cabe destacar el trabajo Stratan, cuyo personaje de “Voichita” siempre está en el centro del dilema, debatiéndose entre su turbulento pasado y su cruento presente, entre lo que dice la ciencia versus lo que dicta la religión. De los dos, es el papel más reservado, pero el que más expresa con el más mínimo de los gestos.
Si de algo peca la película, es que, con 150 minutos de duración, tiende a repetirse, a volver a subrayar ideas y acciones que ya han quedado perfectamente establecidas. Esto quizá sea una extensión de la monotonía del monasterio, pero no deja de ser algo que se pudo haber beneficiado de una edición más ajustada. Mungiu sopesa este leve desliz con un absoluto dominio de la acción y un agudo ojo para los encuadres y la composición de tiros. A esto se le suma su astuto tratamiento que expone la peligrosidad de las posturas ortodoxas y los juicios que se emiten cuanto todo se filtra a través de ellas.
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El disco
Beyond the Hills luce muy bien en la nueva edición de Blu-ray, cortesía de The Criterion Collection, que presenta la película en su formato original 2.40:1 en resolución 1080p. El audio no pondrá a ejercitar ningún sistema de sonido, pero la pista en rumano en 5.1 DTS-HD Master Audio se escucha con claridad, principalmente a través del canal central.
Los suplementos incluyen el tráiler, 12 escenas eliminadas, la conferencia de prensa del Festival de Cannes, un making of y una nueva entrevista con Mungiu en la que el cineasta habla sobre el artículo noticioso que inspiró la película y el mensaje de esta.